Segundo ejemplo. La clase
El escenario: estamos estudiando una técnica concreta, o a veces ni siquiera una técnica sino un ejercicio. Un compañero le exige a otro que le ataque más fuerte o más rápido. Suelen llamarlo "más real". No han tenido tiempo de asimilar el ejercicio, ni en forma ni en fondo. Así, ocurre que no obtienen el resultado esperado. Otra variante es que decide atacar "más real" al compañero sin haber testado previamente su nivel de habilidad para este trabajo concreto.
Y, dado que no ha habido tiempo para asimilar el trabajo propuesto, bajo presión no puede salir bien. Porque no está integrado en el cuerpo. Y lo peor es que esta actitud es fuente de accidentes y lesiones.
Ojo, que sí es necesaria la intensidad suficiente para que llegue a darse un proceso adaptativo a nivel neuromuscular (vía estrés). Pero querer correr antes de haber aprendido a caminar no suele llevar a buenos resultados...