Presentación

Bienvenidos. Este blog pretende ser un pequeño cuaderno donde recoger las reflexiones a las que me conducen mis experiencias en clase y mis investigaciones personales, tanto dentro como fuera de los tatamis.

¿Qué tatamis? Pues soy profesor de Karate, Kobudo y Aikido, de manera que será por aquí por donde empecemos. Pero lo que no puedo decir es dónde terminaremos, ya que cuando se tira de un pequeño hilo al final uno puede encontrarse con una manta enorme.

¿Qué pretendo con el blog? Simplemente formular ideas, ordenarlas y, ya que estamos, compartirlas. Si a alguien le sirven (además de a mí), genial.

Adelante, y espero que lo disfrutéis.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Entrar por la forma y salir de la forma (I)

Hace un par de semanas, en Valencia, insistía Pascal Krieger en la importancia del kihon para poder progresar en el Arte Marcial. Esto es algo que se da por sabido, y en lo que siempre se insiste, casi por tradición... Pero en esta ocasión ha calado de manera especial el mensaje. Quizás se me ha encendido una suerte de lucecita, no sé si por la manera de transmitir el mensaje, o porque he conseguido vislumbrar cómo encajan las piezas del puzzle.

Señalaba, por ejemplo, que muchas veces se confunde la práctica del kihon con una suerte de calentamiento, y se descuida por tanto el trabajo de detalle que permite ahondar en los fundamentos técnicos  del arte (que es lo que significa el término kihon). Y tampoco es un compendio de todas las posibilidades técnicas que ofrece el arte. Kihon es la base.

El estudio del kihon debe ser una práctica seria, consciente y perfeccionista. La potencia nacerá del gesto correctamente ejecutado. La intensidad tiene que ver con la capacidad de implicarse vitalmente en el trabajo (volcar el corazón y la mente en cada repetición), y por tanto es independiente de la velocidad o la fuerza, quedando más ligada a la intención y la atención. Por último, la velocidad llegará con el tiempo, cuando el trabajo se ejecuta limpiamente. Se eliminan las prisas (que ya se sabe que no son nunca buenas) y se preparan las condiciones para un recorrido mucho mayor.

Estas reflexiones no se refieren sólo al trabajo en solitario, sino también al trabajo por parejas, donde ponemos a prueba la corrección del trabajo "al aire" y estudiaremos nuestro sentido de la distancia y del tiempo. Y esto nos prepara para el estudio del kata (que en ciertas Artes Marciales son por parejas), donde trabajamos la atención, la capacidad de percibir al otro y de transmitir sensaciones.

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