Presentación

Bienvenidos. Este blog pretende ser un pequeño cuaderno donde recoger las reflexiones a las que me conducen mis experiencias en clase y mis investigaciones personales, tanto dentro como fuera de los tatamis.

¿Qué tatamis? Pues soy profesor de Karate, Kobudo y Aikido, de manera que será por aquí por donde empecemos. Pero lo que no puedo decir es dónde terminaremos, ya que cuando se tira de un pequeño hilo al final uno puede encontrarse con una manta enorme.

¿Qué pretendo con el blog? Simplemente formular ideas, ordenarlas y, ya que estamos, compartirlas. Si a alguien le sirven (además de a mí), genial.

Adelante, y espero que lo disfrutéis.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Shin - Gi - Tai: Deberes para casa

Lo inmaterial (mente y "espíritu"), lo formal (técnica y protocolo) y lo físico (acondicionamiento) forman el triángulo que sustenta el desarrollo del artista marcial. De cualquier artista marcial.

Este desarrollo debe ser equilibrado si queremos formar personas equilibradas, pero las preferencias y prioridades del profesor o el alumno, o lo limitado del tiempo de entrenamiento comparado con la amplitud del campo de estudio imponen limitaciones. Trabajar equilibradamente todos los aspectos en clase sería lo ideal, pero realmente hay trabajos a los que no habría por qué dedicar mucho tiempo del entrenamiento conjunto: si de una clase de una hora invertimos 10 minutos en calentar, otros 10 minutos en hacer preparación física (fuerza máxima, potencia y fuerza-resistencia), otros 10 en estirar... Al final nos quedamos con media hora de trabajo a repartir entre estudio técnico, aplicaciones por parejas, explicaciones y trabajo de aplicación libre. Y esto dejando la meditación, por ejemplo, como algo anecdótico

Teniendo en cuenta que con unas bases sobre cómo trabajar el físico, no hace falta que el profesor cuente las flexiones ni marque el tiempo a dedicar para cada estiramiento (que, por otro lado, deberían ser trabajos individualizados, en función de las necesidades de cada cual), o que, conociendo cómo se ejecuta correctamente determinado gesto, tampoco hace falta un profesor encima contando repeticiones, se puede conseguir optimizar bastante el tiempo para aquello que un estudiante no puede resolver por sí mismo: aprender gestos nuevos, corregir los conocidos (la corrección del profesor que pone sobre la pista del gesto correcto), y trabajar por parejas.

No se me entienda mal: hay puntos por los que hay que pasar, y cosas que hay que hacer. Nunca está de más hacer un recordatorio de las técnicas que luego se trabajarán aplicadas, o recordarle al cuerpo que tiene la obligación, por una cuestión de salud, de estar en buena forma física. Pero el grueso de este trabajo debería ser personal... En especial si queremos llegar a ciertos niveles.

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