Presentación

Bienvenidos. Este blog pretende ser un pequeño cuaderno donde recoger las reflexiones a las que me conducen mis experiencias en clase y mis investigaciones personales, tanto dentro como fuera de los tatamis.

¿Qué tatamis? Pues soy profesor de Karate, Kobudo y Aikido, de manera que será por aquí por donde empecemos. Pero lo que no puedo decir es dónde terminaremos, ya que cuando se tira de un pequeño hilo al final uno puede encontrarse con una manta enorme.

¿Qué pretendo con el blog? Simplemente formular ideas, ordenarlas y, ya que estamos, compartirlas. Si a alguien le sirven (además de a mí), genial.

Adelante, y espero que lo disfrutéis.

martes, 30 de septiembre de 2014

Crecer juntos

El otro día me expresaba un alumno sus dudas sobre el buen trabajo de uke. Lo cierto es que es muy difícil ser un buen uke. De hecho, en las escuelas antiguas, este papel se reservaba al maestro o, en su defecto, al alumno de mayor nivel implicado en el trabajo, como puede apreciarse en el siguiente vídeo de Katori Shinto Ryu por Sugino Yoshio (10º Dan).


Ukemi, el trabajo del uke, significa "protegerse", y ésa es la tarea de uke: presta su cuerpo al compañero para que trabaje, pero lo protege mediante las maniobras adecuadas (guardias, cambios de distancia, caídas) para el estudio de la técnica.

Así, en esencia, uke tiene que dar el trabajo que permita a tori aprender. Esto supone un ataque sincero y correcto, pero medido en velocidad y potencia para adecuarse a las necesidades de tori. Y, desde este trabajo, si tori deja huecos que desconoce, o si trabaja mal en distancia, o en ritmo, o en cualquier otra variable, uke le puede marcar el error. Muchas veces no hace falta verbalizarlo, aunque a veces ahorra malos entendidos. Si lo que estamos estudiando son los ataques y uke hace de maniquí, el proceder es el mismo, marcando los errores que advierta en la entrada de tori, siempre de acuerdo con el nivel del compañero. No es, por tanto, un sujeto pasivo del trabajo, sino casi una suerte de "profesor particular" que crea las condiciones necesarias para realizar el estudio propuesto, premia los aciertos (recibe la técnica cuando está suficientemente lograda) y ayuda a corregir los errores.
Jita yuwa kyoei

Y aquí es donde llegamos al título de la entrada de hoy. "Crecer juntos". O "Amistad y prosperidad mutuas". Jita yuwa kyoei. Un principio fundamental en el estudio de cualquier Arte Marcial. Y es que, aunque no lo parezca, las Artes Marciales son un "deporte" de equipo. Jita yuwa kyoei significa que tengo que dar mi mejor trabajo para que mi compañero pueda aprender lo antes posible y lo mejor posible. No cabe el egoísmo, porque es en sí un acto egoísta: dando lo mejor de mí perfecciono mi trabajo (estoy haciendo lo mejor que puedo, sólo que medido). Además, el nivel de mi compañero crece, lo que me ayudará a mejorar, ya que la mejor herramienta de estudio es un compañero de nivel que me obligue a dar lo mejor de mí mismo. Y el ciclo se repite una y otra vez... Este egoísmo no está mal, ¿verdad?

Confío en que la duda esté resuelta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario